Yo nunca tuve que
decir "soy Batman"
Adam West
En los años 60, ocurrió un verdadero fenómeno de masas de la
cultura pop, nos referimos al éxito de la serie de televisión “Batman”, estrenada
en la cadena ABC en 1966, y emitida hasta 1968. Con 120 episodios, tuvo una fama arrolladora. El año 1966 se estrenó en los cines la película “Batman”,
casi con el mismo elenco que la serie de TV.
Protagonizada por Adam West (Bruce Wayne/Batman) y Burt Ward
(como Dick Grayson/Robin), la serie contaba en forma sicodélica y muy colorida
las aventuras del Superhéroe de Ciudad Gótica. También aparecían personajes
como Alfred, Batichica, el comisario Gordon, y los infaltables villanos, donde
podíamos ver al Guasón, el Pingüino, Gatúbela, o el Acertijo.
La serie era una adaptación del comic, pero en un tono
brillante y con bastante de comedia, y en sintonía con algunas corrientes de la
década. Podemos hablar sin exagerar de una clara inspiración de lo kitsch y lo
camp. Entendiendo por kitsch una copia inferior y casi de mal gusto, de estilos
artísticos considerados valiosos y reconocidos. Y al referirnos a lo camp,
estamos hablando de una estética del arte pop con mucho de humor, ironía y
exageración. En cualquier definición de lo camp se nos subrayarán como sus
características lo vulgar, el humorismo y lo artificioso de las situaciones. La
serie de Batman de los 60 llega a lo delirante, pero con los años se ha
olvidado que pese a todo, era una serie de suspenso y acción, con algo de drama
e incluso tensiones románticas entre los enemigos, por ejemplo entre el Hombre
Murciélago y una de las Gatúbelas de la serie, la interpretada por Julie Newmar.
Pero si vemos las onomatopeyas, el Batusi o bati-twist, las persecuciones en
tablas de surf o las situaciones francamente ridículas de la película, resulta
muy difícil tomarla en serio. Y aunque la serie influenció a los cómics de la
época, desde fines de los 60 y claramente en los 70, el Caballero Oscuro de las
revistas se fue volviendo cada vez más serio y oscuro, de la mano de artistas
como el destacado Neal Adams.
Debo señalar que el primer Batman que yo conocí fue el de la
serie de TV, el Caballero Brillante como tan bien lo definió Adam West. Si la
memoria no me falla, lo primero que vi fue la película, cuando la emitían por
la televisión en la década de los 70, y yo la veía en San Miguel, en el
departamento de mis abuelos paternos (mi abuelita Berta y mi abuelo Pedro).
Luego no me perdía la serie, con los nombres que les pusieron a los personajes
en el clásico doblaje mexicano: Bruno Díaz y Ricardo Tapia. ¿Y cómo olvidar los
“santa cachucha” de Robin, el niño maravilla?
Pero a la vez fui descubriendo los cómics, los de la edición
mexicana de la mítica EN (Editorial Novaro), y veía como el protagonista de
estas aventuras era un solitario Batman, mucho más violento y amenazador que el
de la colorida serie catódica. Eso si, aún estábamos a años de distancia de El
Regreso del Caballero Oscuro y del Año Uno.
El actor Adam West participó en varias series de TV de los años
60. Por ejemplo en The Detectives, o en episodios de famosas producciones como
La Hechizada, The Outer Limits y Galería Nocturna (ya en 1971). También puso su
voz en dibujos animados como las series de Batman de la Filmnation, otra vez
acompañado de Burt Ward como Robin. En la actualidad, participaba en la serie
de dibujos animados Padre de Familia. Pero quedó encasillado como el televisivo
Cruzado de la capa, cosa que supo aprovechar a su favor.
Ahora que West ha muerto, no puedo dejar de recordar las
palabras de su familia, que señalaron en un comunicado que "Nuestro padre
siempre se vio a sí mismo como El Caballero Brillante, y aspiraba a lograr
un impacto positivo en las vidas de sus fanáticos. Siempre fue y siempre será
nuestro héroe".
Adiós Adam West.
Uno más de tu generación nos ha dejado.
Miguel Acevedo
Post Data: quiero agradecer a mi amigo Elwin Alvarez, por haberme animado a escribir un texto sobre la muerte de Adam West.
Post Data: quiero agradecer a mi amigo Elwin Alvarez, por haberme animado a escribir un texto sobre la muerte de Adam West.
Tu nuevo texto me ha gustado por tres razones:
ResponderEliminar1º Explicas de manera muy sencilla y clara el tipo de serie al que se adscribe esta versión de Batman, que solo ahora gracias a ti comprendo mejor.
2º La manera de cómo has optado por honrar el trabajo de este artista, me sobrecoge, ya que guardando las proporciones respecto a mi cercanía con él, evidencia su papel en nuestras generaciones ñoñas y que es algo que no podemos negar.
3º La posdata en que me mencionas, que para mí siempre es una bendición tener amigos como tú, con quienes puedo compartir todas estas historias y personajes reales y ficticios, que tienen un lugar en nuestros corazones.
Mi estimado, pese a todas las payasadas y el tono a veces bufonesco de la serie de Batman de los sesenta, es un referente de los superhéroes llevados de los comics a la TV. Me apenó mucho la muerte de Adam West, y claramente fuiste tú el que me animó a escribir este post.
ResponderEliminarUn abrazo.
He leído tu artículo y el de Elwin y decidí realizar un comentario en tu blog sobre este tema, ya que en el de Elwin lo hice sobre Jorge Baradit. Este actor lo recuerdo cuando era un niño y veía la serie de Batman a la cual dedicaba algún tiempo los días sábados en el canal fox del recuerdo en Estados Unidos, como también a la mujer maravilla y Superman, tuve el placer de ver la película, es una gran desgracia el saber de su muerte y espero que su obra siga mostrándose por ser perfectamente imaginativa. Buen Artículo Miguel.
ResponderEliminarQue bueno tenerte por aquí, estimado. La muerte de Adam West es una verdadera pena, sobre todo para quienes conocimos a Batman precisamente por la colorida serie de los años 60.
ResponderEliminarUn abrazo.