domingo, 21 de octubre de 2018

LA CRÍTICA LOVECRAFTIANA MODERNA



(Artículo publicado en el blog El descanso en la escalera, extracto de mi libro "Los Altares de la Locura".)


Tras la muerte de Lovecraft en 1937, la revista Weird Tales siguió publicando cuentos de su autoría casi en cada número, reeditando relatos ya publicados o imprimiendo narraciones previamente rechazadas. En 1939 se levantó Arkham House, y comenzó la publicación de las obras de HPL en libros de bella factura. Y también se dio inicio a un intento de sistematización de los Mitos de Cthulhu, por parte de August Derleth, quien hasta se dio el gusto de ver aparecer su nombre junto al de su querido amigo, al editar trabajos en “colaboración” de Derleth y Lovecraft, pero que en rigor eran escritos sólo de Derleth. También surgieron otros estudiosos de la obra del Extraño de Providence, como Lin Carter (autor de “H. P. Lovecraft: The Gods”, por ejemplo) o Fritz Leiber.

Fue Derleth que acuñó el concepto de Mitos de Cthulhu. En vida, Lovecraft se refería a ese ciclo de sus relatos como la Yog-Sothothería o cthulhuismo. August Derleth dividió el panteón lovecraftiano entre unas criaturas malignas y otras benignas, además de otras especies extraterrestres como la gran raza de Yith (que aparece en el magnífico relato “La sombra fuera del tiempo”). En el bando de las fuerzas del Mal estaban los Grandes Antiguos o Primigenios, como Cthulhu, Yog-Sothoth, Azathot o Nyarlathotep. En el bando de las fuerzas del Bien, que mantenían encerrados o desterrados a los Antiguos, estaban los Dioses Arquetípicos, creados por Derleth. Lin Carter sigue esta división y trata de establecer una clasificación un poco más rigurosa de los seres que aparecen en los relatos de Lovecraft y de otros miembros del Círculo, tratando de arrojar luz entre la oscuridad y el caos del terror cósmico. Autores posteriores que se acercaron a los Mitos, como el inglés Brian Lumley, también se adscribieron a este esquema digamos maniqueo.

Es en los años 70 cuando aparece el fundador de lo que Robert M. Price llama la “crítica lovecraftiana moderna”: Dirk Mosig, nacido en Alemania y luego nacionalizado estadounidense. En su trabajo fundacional, el ensayo “H.P. Lovecraft: Myth Maker”, de 1976, rechaza la tesis de Derleth y establece que los cuentos de HPL de los Mitos, corresponden a una visión amoral y nihilista, donde la raza humana es apenas unos granos de arena en el espacio inconmensurable, y las potencias casi eternas como Cthulhu son totalmente indiferentes al hombre y su destino. Mosig escribió y estudió sistemáticamente la obra del Profeta de Nueva Inglaterra. Podemos mencionar sus ensayos “H. P. Lovecraft, poeta de lo inconsciente” y “El gran americano despreciado”, traducidos al español. El primero apareció en la mítica revista argentina de ciencia ficción y fantasía “El Péndulo”, número 1, en 1979. Tras Mosig ascendieron las figuras de Robert M. Price y S. T. Joshi.





2 comentarios:

  1. Buen artículo. A mí me dieron ganas de meterme al estudio de Lovecraft a partir de alguno de los reseñados, especialmente Darleth. Además, he visto muchas cosas nuevas sobre Lovecraft que creo le van a dar nuevos lectores.

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    1. Quizá se acabará el papel impreso, quizá dejarán algún día de publicarse libros, y la narrativa de Lovecraft seguirá escuchándose, imperecedera. Y nunca se debe olvidar el papel de Derleth en la preservación de su obra.
      Gracias por comentar aquí y por ayudar a la difusión.

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