domingo, 18 de enero de 2015

Stieg Larsson y la trilogía Millennium

Stieg Larsson



(Karl Stig-Erland Larsson; Skelleftea, Västerbotten, 1954 - Estocolmo, 2004) Escritor y periodista sueco. Especializado en grupos de ultraderecha, saltó a la fama después de su fallecimiento a raíz de la publicación de su trilogía de novelas Millennium, uno de los mayores fenómenos editoriales de las últimas décadas. A partir de 2009 el efecto Larsson llegó también a las pantallas cinematográficas, con el estreno y el rotundo éxito de la versión fílmica de sus novelas.
Nacido en Skelleftea, en la provincia administrativa de Västerbotten, el pequeño Stieg era hijo de padres adolescentes con escasos recursos, que lo llevaron por ello a vivir con sus abuelos, en el pequeño municipio de Norsjb. Su abuelo, un comunista antifascista profundamente implicado en la lucha por los derechos de los trabajadores que había sido recluido en un campo de trabajo, sería una influencia determinante para él. Cuentan quienes conocían a Larsson que cuando en 1962, a raíz a la muerte del anciano, se vio obligado a regresar con sus padres (que a la sazón ya tenían otro hijo), no logró adaptarse; no quería vivir con ellos, ya no eran sus interlocutores en el mundo. Se fue de casa a los dieciséis años.
Corrían los primeros años de la década de 1970 cuando se implicó en política e inició su militancia en la Kommunistiska Arbetareförbundet (Liga Comunista de Trabajadores). Fue en esa época cuando, tras los dos años de servicio militar obligatorio, viajó con frecuencia a África y, como corresponsal de guerra, fue testigo de primera mano de la guerra civil en Eritrea. También por entonces, en una manifestación contra la guerra de Vietnam, conoció a la que sería su compañera para el resto de sus días, Eva Gabrielsson.
Aunque no llegó a cursar la carrera de periodismo, entre 1977 y 1999 Larsson trabajó como periodista y diseñador gráfico para la agencia de noticias Tidningarnas Telegrambyra (TT). Paralelamente, su compromiso en la lucha contra los movimientos de ultraderecha y el racismo lo llevó a fundar el proyecto antiviolencia Stop the Racism a mediados de la década de 1980, y a promover años después, en 1995, la Fundación Expo, de cuya revista, Expo, sería director. A la par publicó varios libros de investigación periodística sobre los grupos nazis en Suecia y las oscuras conexiones entre la extrema derecha y la política y las finanzas, llegando a ser tan experto en la materia que fue requerido por Scotland Yard y por la OSCE.
Expo, revista de investigación dedicada a vigilar el auge del racismo en Suecia, se convirtió en un referente en Escandinavia, equiparable a la británica Searchlight. Se trata de publicaciones incómodas para determinados grupúsculos, por lo que sus autores se ven obligados a mantener el anonimato ante posibles represalias. Larsson recibía tantas amenazas que hubo de optar por la clandestinidad: no constaba en los registros oficiales ni en las guías telefónicas; ni siquiera pudo casarse con su compañera por temor a que algún papel pudiera delatar su paradero.
En medio de esta vida semiclandestina y de persecuciones, Larsson se refugió en su gran pasión: los libros. Gran lector, aficionado a la ciencia ficción (era presidente de la sociedad que reúne a los amantes del género en Escandinavia y dirigió un par de fanzines especializados) y entusiasta de la novela policíaca, empezó a escribir por las noches, para divertirse.
Así se forjaría una de las sagas más célebres de las últimas décadas, la trilogía Millennium. A diario, después del trabajo, y hasta las 3 o las 4 de la madrugada, ingiriendo cantidades exorbitantes de café y fumando cigarrillos compulsivamente, Larsson crearía una de las parejas más memorables que haya dado la literatura criminal: Lisbeth Salander, la hacker compleja y rebelde, socialmente inadaptada, tatuada y llena de piercings, y su contrapunto, Mikael Blomkvist, un periodista de investigación que es claramente un álter ego del propio Larsson.
De este modo escribió, en tres años, las más de 2.200 páginas de la saga. Sin embargo, el autor nunca vería sus libros publicados: el 9 de noviembre de 2004, días después de haber entregado a su editor el tercer volumen de la serie, y poco antes de la publicación del primero, Stieg Larsson murió víctima de un infarto, sin poder ser testigo de su propio éxito. Su compañera durante más de treinta años tampoco lo podría disfrutar en su justa medida, ya que, al no estar casados, la legislación sueca no le permitía heredar; los derechos de autor pasaron por ley al padre y al hermano de Larsson, a quienes el periodista no había visto desde hacía muchos años.

La primera entrega de Millennium, titulada Män som hatar kvinnor (literalmente, Hombres que odian a las mujeres, 2005) se publicó en Suecia a los pocos meses del fallecimiento del autor y supuso un verdadero fenómeno editorial que pronto se extendió a otros países, como Reino Unido y Francia. En español apareció en 2008 con el título Los hombres que no amaban a las mujeres. El éxito fue también inmediato y desencadenó tal larssonmanía que ese mismo año llegó a las librerías el segundo volumen, La chica que soñaba con una cerilla y un bidón de gasolina (Flickan som lekte med elden; literalmente, La niña que jugaba con fuego, 2006). No se quedó a la zaga el tercer volumen, Luftslottet som sprängdes (El castillo en el aire que voló en pedazos, 2007), publicado en español en 2009 como La reina en el palacio de las corrientes de aire, del que en un solo día se vendieron más de 200.000 ejemplares.
La adicción que generaban las peripecias de Lisbeth Salander y Mikael Blomkvist parecía no tener fin. A mediados de 2009, los tres libros habían sido traducidos a más de cuarenta idiomas y habían rebasado la cifra de diez millones de ejemplares vendidos. Sólo en Suecia se habían vendido tres millones de volúmenes, es decir, un libro por cada tres habitantes. En España, la trilogía superó con creces el millón de ventas, y en octubre de 2009 el primer volumen publicado llevaba 65 semanas ininterrumpidas en la lista de los diez libros más vendidos.

Si el éxito del papel fue contundente, no lo fue menos el de la adaptación cinematográfica de las tres novelas de la saga. Dirigidas por Niels Arden Oplev y protagonizadas por los actores suecos Michael Nyqvist y Noomi Rapace, fueron rodadas en 2009 y batieron récords de taquilla en toda Europa. El éxito de estas producciones europeas llamó de inmediato la atención de Hollywood, que produjo ya en 2011 la "versión americana" de la primera entrega de la saga. Titulada The Girl with the Dragon Tattoo, fue dirigida por David Fincher y contó en su reparto con el estelar Daniel Craig, protagonista de los últimos Bond, y con Rooney Mara para el papel de Lisbeth. Se espera que la segunda y la tercera parte lleguen a las salas de proyección en el transcurso de 2012 y 2013. (PD del posteador: cosa que no ocurrió)


Error en el texto: las tres películas suecas NO fueron dirigidas por el mismo director. La primera, del 2009, fue efectivamente realizada por Niels Arden Oplev, pero la segunda y la tercera fueron dirigidas por Daniel Alfredson.


Las Novelas




De las películas











Los actores de las películas suecas

la versión "gringa" de la primera novela

Noomi Rapace

Rooney Mara


Trailer del primer film sueco




Sobre la militancia política de Larsson y los problemas de la herencia

Stieg Larsson: El testamento desaparecido

(Por Björn Mertens)

La vida es la que escribe las mejores novelas policíacas. Cuatro años después de la muerte de Stieg Larsson, cuya serie “Millennium” está teniendo un extraordinario éxito póstumo, la televisión sueca revelaba en mayo de 2008 que en un testamento con fecha de 1977, Stieg Larsson legaba toda su “fortuna en dinero” al grupo local de Umeå de la sección sueca de la Cuarta Internacional.

En efecto, en los años 1970, era miembro de la sección sueca de la IV Internacional, que entonces se llamaba KAF (Kommunistiska Arbetarförbundet, Liga Comunista de los Trabajadores). La militancia se traducía en manifestaciones contra la guerra de Vietnam y contra la energía nuclear, en la creación de grupos ecologistas, en la sindicalización de las enfermeras… Después del servicio militar, durante el cual se formó como tirador de leite, fue a Eritrea en 1977 porque quería ayudar a la guerrilla. Antes de partir redactó un testamento que después cayó en el olvido.

Al volver se instaló en Estocolmo donde encontró empleo en Correos al tiempo que comenzaba a trabajar como periodista independiente. En 1979 entró en la agencia de prensa Tidningarnas Telegrambyr. Su actividad política se concentraba en el trabajo antirracista y antifascista, y llegó a ser un especialista reconocido sobre la extrema derecha. A partir de 1982 escribió artículos para la publicación británica antirracista “Searchlight”. A mediados de los años 1980 participó en la creación del movimiento Stoppa Rasismen. En 1987 se dio de baja de la sección sueca que desde 1982 se llamaba Socialistiska Partiet (Partido Socialista, SP), a la cual reprochaba no distanciarse lo suficiente del despotismo y la opresión estalinistas. A pesar de las divergencias sobre la apreciación de las sociedades de los países del Este, siguió unido a la IV Internacional y a menudo contribuyó en la redacción del periódico semanal del SP, “Internationalen”.

En 1995, después del asesinato de siete personas por unos neo-nazis, Stieg Larsson creó la fundación antirracista Expo. A partir de 1999 trabajaba a tiempo completo para el periódico del mismo nombre.

Pipi Calzaslargas

A partir del 2001 es cuando comenzó a escribir novelas policíacas por la noche “para relajarse”.
“Fue Pipi Calzaslargas quien me dio la idea. Me preguntaba en qué se habría convertido al hacerse mayor. ¿Se podría decir que es una sociópata? Ve la sociedad de manera distinta. Creé a Lisbeth Salander, 25 años, introvertida en extremo. No se interesa por nadie, no tiene ninguna aptitud para la vida en sociedad. Pero necesitaba un contrapeso. Fue Mikael “Kalle” Blomkvist, un periodista de 45 años que trabaja para “Millennium”, el periódico que ha fundado” (entrevista con Stieg Larsson, 27.10.2004).

Stieg Larsson no llegó a saber del inmenso éxito de su obra. Un infarto se lo llevó cuando se encontraba en el local de la redacción de Expo y murió el 9 de noviembre de 2004 a los 50 años. Los tres volúmenes terminados de la serie “Millennium” han obtenido prestigiosos premios y se han editado 6 millones de ejemplares en todo el mundo, se han vendido los derechos a treinta países y se ha hecho una película. Al autor le hubieran correspondido unos 10 millones de euros.

Conflicto por la herencia

Stieg Larsson vivía desde los 18 años, es decir durante 32 años, con su compañera Eva Gabrielsson, a quien había conocido en el comité Vietnam de Umeå. Por razones de seguridad no se había casado con ella ya que a menudo se veía amenazado por los neo-nazis y regularmente se veía obligado a pasar a la clandestinidad. Como no había hecho testamento, toda su fortuna fue a parar a su padre y a su hermano con los cuales apenas mantenía contacto. Eva pudo conservar justo lo que había en el apartamento. Llegaron incluso a amenazarla con echarla porque se negó a entregar el ordenador portátil con el comienzo del cuarto tomo. Ella afirma que ya no será posible continuar la serie ahora, que no sería concebible terminar un cuadro comenzado por Picasso. No reclama dinero, pero quiere obtener derechos sobre los libros en cuya elaboración dice haber contribuido de manera determinante a través de discusiones e intercambios permanentes.

Fue mientras hojeaba los papeles del difunto que encontró una carta que contenía este testamento. Ella no le dio importancia, porque según la ley sueca, habría hecho falta la firma de un testigo para que fuera válido.

Llegó a los oídos del magacín televisivo “Uppdrag granskning” (Misión Búsqueda) que lo convirtió en un asunto que ha causado sensación en Suecia y ha tenido eco incluso a nivel internacional. La familia fue puesta en un aprieto, se les insultaba por la calle y terminaron por proclamar que aceptarían de buen grado la voluntad de Stieg – con lo cual querían decir, como lo precisaron más tarde, que tenían la intención de quitarle a Eva lo poco que había recibido para dárselo a los “comunistas”.
La sección de Umeå del Socialistiska Partiet hizo la siguiente declaración al respecto:
“Nuestro partido no participa en ninguna querella sobre herencias y es ajeno a cualquier disputa por dinero. No tenemos una relación personal con ninguna de las partes y no queremos perjudicar a nadie. Nos conformamos con nuestros ideales de justicia y de rechazo a las discriminaciones que eran también los de Stieg Larsson. Creemos que la relación de Stieg con Eva Gabrielsson, que duró toda su vida, debería ser considerada. La legislación retrógrada sueca, que coloca al matrimonio por encima de cualquier otro tipo de relación de pareja, sea homo o heterosexual, debe ser reformada de arriba abajo. Los individuos deben poder vivir juntos según su libre decisión sin correr el riesgo de caer en la inseguridad o en una zona de no-derecho. La mejor manera de guardar vivo el recuerdo de Stieg es continuar la lucha contra el racismo y la extrema derecha, y por una sociedad que conceda a todas las personas el mismo valor y los mismos derechos”.


PD: sobre Pipi Calzaslargas, ver http://es.wikipedia.org/wiki/Pippi_L%C3%A5ngstrump (la autora de Pipi Calzaslargas, la escritora sueca Astrid Lindgren, es también la creadora del personaje Kalle Blomkvist)



“Mientras subía, fue leyendo, pisos a piso, las placas de las puertas. Ninguna le decía nada. Luego llegó a la planta superior y leyó “V. Kulla” en la puerta.

Mikael se golpeó la frente con una mano. A continuación sonrió. Villa Villerkulla, la casa de Pippi Calzaslargas. Imaginó que la elección del nombre no iba dirigida a él; seguro que se trataba de otra de las típicas ironías  de Lisbeth. Aunque una cosa era cierta: ¿dónde, si no, iba Kalle Blomkvist a buscar a Lisbeth Salander?”

De Millennium 2, “La chica que soñaba con una cerilla y un bidón de gasolina”.
 

1 comentario:

  1. van a publicar una cuarta novela de la saga Millennium, escrita por otro autor obviamente, se va a llamar algo así como una cita muy conocida de Nietzsche: "Lo que no te mata, te fortalece"

    ResponderEliminar

Otra vez, salen los puñales contra Lovecraft

Opinión: Otra vez, salen los puñales contra Lovecraft. A raíz de la publicación del libro "Diario de sueños, cartas II" de Lovecra...