Hace ya varias semanas atrás, cerró el cine Gran Palace. Si a eso le sumamos el cierre del Hoyts del paseo Huérfanos (donde estaba el antiguo cine Rex), ya casi no quedan cines en el centro de Santiago. Están el Cine Arte Normandie (que se mantiene a pesar de los embates de los elementos y del mercado) y el Cine Arte Alameda, pero un poco en la periferia de lo que todos comúnmente llamamos “el centro”. Y sin contar las salas que exhiben cintas triple X (como el Nilo, el Mayo o el Capri), lo que estamos viendo es lisa y llanamente la muerte de las salas de cine, en una zona que estuvo caracterizada precisamente por su existencia. Su servidor creció en los años 70 y 80 (la década del 80 aún está en pleno revival aquí en Chile), y cuando con mis amigos íbamos al centro, un panorama seguro era ir a ver una película al cine. Sea con mis papás, o luego sólo con mi hermano y mis amigos, se podía ir al Windsor, al Ducal, al Rex, al impresionante cinerama del Santa Lucía, al Bandera, al Centr...
Una año más para conmemorara la muerte del grande del terror onírico, quice e hice un esfuerzo para poder terminar un escrito sobre él, pero con el regreso a las actividades rutinarias no me ha alcanzado el tiempo, espero poder hacerlo pronto.
ResponderEliminarMi estimado, yo subí esta cita para no dejar pasar una conmemoración tan importante para los que admiramos a Lovecraft. Espero la próxima semana publicar un articulo en homenaje, de corte polémico.
ResponderEliminareso seria interesante
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