Este texto fue
publicado por Darío Valle Risoto en su blog Los Muertevideanos, a raíz del
Lollapaloza en Argentina. Lo reproduzco aquí porque me gustó mucho su breve
pero demoledor comentario sobre este festival y toda su movida.
LolaPelusa: Un
festival de gente linda
Por: Darío Valle Risoto
Por: Darío Valle Risoto
Vamos a tratar de imaginarnos un enorme festival con todo lo
nuevo del rock yanqui y algo del europeo, amenizado con suficiente música
tecno, mucho pop y un montón endiabladamente caliente de nenas lindas y bien
vestidas. Colores flúo, lentes negros, morrales con la imagen de Hello Kitty o
del personaje de la navidad de Jack y celulares conectados a sus
genitales. No olvidemos a los chicos emo flogers o como quiera que se les
llame. Lánguidos jóvenes masculinos apáticos sexuales con aires
afeminados que siempre chupan algo, no piensen mal. Puede ser una chupa chup o
simplemente un juguito de manzana Light.
Un gran escenario donde desfilan banditas indies y hasta
algún arriesgado DiscJay que maneja sus sampleos como un dios de la pavada
musical levantando suspiros en la multitudinaria maza de tenagers y no tanto.
Grandes pelotas inflables que levitan sobre las cabecitas bonitas.
Grandes pelotas inflables que levitan sobre las cabecitas bonitas.
Toda música empaquetada para la diversión, mucho baile,
ningún mensaje y tanto vacío que hasta uno podría extrañar al mismo León Gieco
y su mierda de “Solo le pido a dios” si no fuera porque a la noche aparecen:
Soundgarden y Los Red Hot Chilli Peppers…bueno, peor es nada.
Pero los primeros son otra clonación nefasta de Led Zeppelin
y los californianos salvo cuatro o cinco canciones hacen Funky….si funky, lo
que para un metalero viene a ser como escuchar a cuatro cumbieros a los que les
metieron doscientos voltios por el culo sobre un escenario.
No se vende alcohol, mucha cosa orgánica, ecológica, sana y
linda para una juventud híper conectada con sus wassups y sus interneses pero
con poca sangre en las venas. Drácula se moriría de inanición entre esa parvada
de sordos intelectuales que consumen todos esos paquetes hermosos de ruido pop
que les ofrecen las multinacionales del desconcierto.
¿Qué ha pasado?
Ac-Dc, Motorhead, Megadeth, salvan el día, también el
reconstituido Black Sabbath aunque su disco 13 sea una especie de auto parodia
de sus épocas de oro, aún así frente a todas estos pelotillas Indies suena como
para darse contra la pared sin casco.
¿Qué ha pasado?
Ha pasado que nos han mensajeado el cerebro con smiles
hermosos, con arcilla electrónica nos modelaron el gusto para que sea Standard
y correctamente transgresor. Las niñas y los chicos bailan, nada de drogas como
un buen porro y mucho menos alcohol, nada de sexo salvaje a lo mejor un débil
sexo oral como para contarles a las otras chicas foto celular mediante.
El LolaPelusa como le llaman los porteños es el estandarte
de estos tiempos que estamos viviendo donde el arte es un gran comercial de
MoviStar o de Coca Cola, Greenpeace parece el dios sempiterno de un montón de
niñatos que nada saben de nada porque para eso tienen Wikipedia.
El otro día un amigo me dijo que una chica de diecisiete
años no tenía idea de quienes eran The Beatles.
Muchas gracias por publicarlo, con el debido respeto por aquellos que de verdad la pasaron bien en este festival, solamente he pretendido hacer un muy breve repaso de la cultura musical hoy día que se ha separado años luz de aquella con la que nos criamos algunos vejetes. Gracias.
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