sábado, 23 de mayo de 2015

Comentario enviado por Valeria Castelló-Joubert y Ricardo Ibarlucía, editores del libro “Vampiria”



Este comentario fue publicado en mi artículo "A propósito de una entrevista a Jacobo Siruela", por los compiladores de la antología “Vampiria”, libro que es una joya imprescindible para los amantes de la literatura fantástica. Considero que las precisiones y aportes de esta nota son del mayor interés.



Estimado Miguel,

le agradecemos la valiosa apreciación que hace de Vampiria.

Quisiéramos referir, brevemente, el punto de partida de nuestro trabajo, ya que la afirmación según la cual nuestra inspiración directa ha sido la maravillosa antología de Jacobo Siruela es inexacta. Podremos así, de paso, contribuir con la historia de la recepción de este género en la Argentina y en el mundo de habla hispana.

En 1994, Paula Pico Estrada, hija de la escritora argentina Sara Gallardo, puso en nuestras manos el volumen Vampiros. Una antología de los maestros del género, publicado en Buenos Aires por Sur en 1961. Esta extraordinaria antología había sido preparada por Héctor Murena, que firmó las versiones al castellano con el seudónimo Marcos Fingerit. El novedoso y hasta hoy no superado diseño de tapa estuvo a cargo de Leonor Vassena. La selección comprendía desde documentos y testimonios de John Haigh, Agustín Calmet, Voltaire, Louis Antoine Caraccioli, Próspero Lambertini, Gerrard van Swieten y el Papa Benedicto XIV hasta el poema "La novia de Corinto" de Goethe y relatos de E.T.A. Hoffmann, Charles Nodier, Théophile Gautier, Alexandre Dumas, Fritz James O'Brien, Prosper Merimée, Isidore Ducasse (Conde de Lautréamont), Sheridan Le Fanu, F. Marion Crawford, Luigi Capuana, Montague Rhodes James, Edward Frederik Benson, Ghérazim Luca, Thomas Narcejac, Afanasiev, Guillaume Apollinaire y la primera traducción completa de "La ciudad vampira o la desdicha de escribir historias de terror" de Paul Féval.

Hacia la misma época, Ernesto Sabato nos regaló, de su biblioteca personal, el libro de Mario Praz La carne, la morte e il diavolo nella letteratura (Florencia, Sansoni, 1966), estudio sobre la literatura romántica desde el punto de vista de la "sensibilidad erótica". Numerosas son las páginas que en esta obra se dedican al tópico del vampirismo. La ávida lectura de uno y otro libro nos llevó a concebir Vampiria, que antes que una colección de cuentos surgió y se desarrolló como una investigación sobre la construcción literaria del mito del vampiro en la literatura romántica y tardo-romántica, con el propósito de establecer relaciones genéticas entre los textos a partir de determinadas hipótesis, tal como hemos explicado en nuestro estudio preliminar.

Así, nos abocamos durante años a localizar y fijar las fuentes de una gran cantidad de relatos de vampiros, veinticuatro de los cuales incluimos en nuestra antología en sus versiones originales y completas, ya que muchas veces -y no sólo en español- sufrieron cortes o fueron objeto de dataciones o atribuciones erróneas. Gracias a esta vampírica curiosidad, entre otras cosas, pudimos establecer la autoría del relato "Dejad a los muertos en paz" perteneciente a Ernst Raupach y no a Ludwig Tieck, error que se remonta a la traducción inglesa del texto en el siglo XIX, por lo demás censurada, ofreciendo su primera reedición completa, y dar al mismo tiempo completos los relatos de Théophile Gautier y de Alexandre Dumas.

Lo felicitamos por su blog y le enviamos nuestros más cordiales saludos.

Valeria Castelló-Joubert y Ricardo Ibarlucía


2 comentarios:

  1. ¡Felicitaciones, amigo mío, por acaparar la atención de tan distinguidos estudiosos de esta literatura que tanto amamos! A ver si ello despierta en ti mayores deseos de regalarnos con tus escritos, que tus seguros lectores esperamos con ansias más textos de tu autoría. Por cierto, muy instructivas las palabras de quien te respondió...y a comprarse este tomo se ha dicho.

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    1. Gracias por tus palabras, mi amigo... y te recomiendo mucho "Vampiria", es un libro imprescindible.

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11 de septiembre