Hace poco leí el libro de cuentos de ciencia-ficción “Bajo
un sol negro” (1), del escritor chileno Teobaldo Mercado, mi amigo. El volumen
está compuesto por ocho relatos, de la más pura ciencia-ficción de la vieja
escuela, y los registros van desde el terror hasta la space opera. Mientras
leía los relatos, no pude dejar de evocar a los escritores de la edad de oro
del género, como John W. Campbell, Asimov, Van Vogt, Heinlein, Harry Bates, o
incluso la nostalgia y los toques de poesía de escritores como Robert F. Young
o Bradbury, sin olvidar el terror cósmico de Lovecraft.
Pero el estilo narrativo de Teobaldo, volcado a la acción
física, el suspenso o las ágiles descripciones de atmósferas y batallas, me
trajo en todo momento los recuerdos de películas de fantasía científica,
algunas recientes como la extraordinaria cinta “Interestelar”, o la bizarrísima
y subvalorada “Skyline” (no olvidemos que este libro es del 2008). Pero sobre
todo de clásicos de los 70 como “Silent Running” o por supuesto “La Guerra de las
Galaxias” y “Galáctica, astronave de combate”, o películas de los años 60 como “2001”
o la nunca del todo apreciada Ikarie XB-1 (“Viaje al fin del Universo”). Y para
qué decir de clásicos imperecederos de los años 50 como “La Guerra de los
Mundos” o “El día que paralizaron la Tierra”. Y sin olvidar películas de bajo
presupuesto tan queridas por Teobaldo como “Viaje al planeta prehistórico” y su
casi gemela “Viaje al planeta de las mujeres prehistóricas” (donde el maestro
Roger Corman saqueó sin asco ni remordimiento alguno la cinta soviética “El
Planeta de las tormentas”, una joya de Europa del Este).
El escritor Teobaldo Mercado |
Pero por favor, no crean que todo es evocaciones y
reminiscencias de otras obras del género. La prosa de Teobaldo Mercado se
sostiene por sí sola, y nos adentra en emocionantes guerras espaciales; pueblos
siniestros que no deberían estar ahí, poblados de seres misteriosos y
amenazantes, en “El pueblo que no debía existir”; un vampiro que reflexiona
sobre su destino, en “El vampiro y el tiempo”; mundos laborales virtuales, en
“La oficina virtual”; naves extraterrestres estrelladas en plena Alameda (¡en
Santiago de Chile!), en “Lamentos”; matrix generadas por inteligencias del
espacio exterior, o los dramas de protagonistas marcados por amores imposibles
y la nostalgia de una vida que no fue…
No puedo dejar de señalar que las potentes imágenes del
relato “Lamentos”, o el horror latente
en cada página de “El pueblo que no debía existir”, los hacen para mí
simplemente dos de los mejores cuentos de CF que he leído.
Miguel Acevedo.
Nota:
1) Segunda edición, 2008. Impreso en Santiago de Chile por
el autor. Teobaldo ha publicado varios libros más, como por ejemplo la novela “Hacia
otros universos”; y sus relatos han sido
incluidos en antologías, como la ya casi mítica “Años luz. Mapa estelar de la
ciencia ficción en Chile”.
Podría también agregar
las conexiones que estas historias pueden tener con las series de televisión de ciencia ficción, ya que el
escritor y yo somos de la misma generación y vimos similares frikerías en la
pantalla chica, pero ahora los quiero dejar con la versión en PDF del libro
“Bajo un sol negro”, reproduciendo aquí la nota que Teobaldo publicó en su
blog.
por Teobaldo Mercado
He dejado el formato del papel para entrar de lleno en el libro digital. Lo hago porque me aburrí de trastear tanto con miles de hojas, encuadernación, corte, diseño, distribución, etcétera. Pero no importa, para eso existe el e-book. Además, el intentar con las editoriales resultó en fracaso y no quiero pasarme el resto de mi vida corriendo de una en otra. Acá hay un pequeño resumen de lo vivido:
He dejado el formato del papel para entrar de lleno en el libro digital. Lo hago porque me aburrí de trastear tanto con miles de hojas, encuadernación, corte, diseño, distribución, etcétera. Pero no importa, para eso existe el e-book. Además, el intentar con las editoriales resultó en fracaso y no quiero pasarme el resto de mi vida corriendo de una en otra. Acá hay un pequeño resumen de lo vivido:
—Editorial Planeta chilena: Al editor le pareció bien
escrita, no obstante, era ciencia-ficción y eso no vendía.
—Editorial española cuyo nombre no recuerdo (boté las cartas
recibidas años atrás): En principio encontraron interesante mi novela, aunque
al final no la publicaron.
—Equipo Sirius: Dos meses después de enviarles el contrato
firmado para la publicación de mi space opera, dijeron que no lo iban a hacer.
—Grupo Ajec: Se suponía que mi antología saldría el primer
semestre de 2011. Bueno, tuvo graves problemas económicos, así que no puedo
esperar que la edición se concrete, no es su culpa y en todo momento fueron muy
amables y caballeros conmigo.
Además de muchas otras en Chile y España que dijeron “No” a
mis cartas/correos o simplemente los ignoraron.
Como dije antes, no importa, la tecnología nos ha brindado
nuevos y maravillosos métodos con los cuales publicar, así que de todas maneras
editaré mis obras. Seguramente algunos me seguirán reprochando lo de ser
escritor autoeditado, pero eso es parte del juego. Sigo adelante con esto
porque sé que voy por el camino correcto. No me creo la Octava Maravilla, mi
ego es pequeño, sin embargo, considero que puedo aportar algo interesante a la
escritura. Ha sido un camino esforzado, no exento de problemas, desde los que
esgrimieron el típico “tus escritos nunca le interesarán a nadie” y terminando
por cierto egocéntrico famosillo que dijo que yo era un mal escritor (en
circunstancias que él envía unos correos que dan pena por lo mal redactados que
están). No obstante, nunca me rendí y seguí adelante pese a los inconvenientes,
pese a saberme un escritor tradicional (a veces lindando con lo
"hard") dentro de un ambiente en que eso no gusta. Todo lo que he
conseguido ha sido gracias a mi esfuerzo y a los buenos amigos que he cultivado
a lo largo del mundo, sin necesidad de Padrinos Mágicos que le digan a los
demás lo bueno que soy o que me regalen premios que no me merezco, ni Mafias de
ningún tipo o perritos falderos que dediquen sitios enteros a mi adoración.
Creo en el trabajo personal antes que otra cosa y así seguiré escribiendo.
Los enlaces para descargarlo son los siguientes:
Pdf:
Pdf:
Mobi:
Además, aprovecho de dejar los dos primeros capítulos de mi
space opera “Hacia otros Universos” como anticipo a su publicación digital
durante los próximos meses:
Espero que les agraden mis obras y disfruten de su lectura.
Saludos.
Hace rato que tengo en mente leer este libro...que me regaló Mauricio. Gracias a tu más que interesante texto, que me ha entusiasmado harto, creo ya es hora de hacerlo y de paso, como tenemos a mano a su autor, entrevistarlo y así publicar sus palabras en mi propia página. Como bien sabes, me encantó ese cuento de Teo (¿A nadie le falta Dios?) sobre el ovni en plena Alameda.
ResponderEliminarTengo por ahí un libro de este escritor (Teobaldo mercado), voy a leerlo
ResponderEliminarGracias por tu reseña de mi primer libro, amigo, me alegra mucho que te haya gustado. Lo mejor es que no sacaste esas interpretaciones mágicas que hablan de cosas que nunca estuvieron ni en el espíritu ni en la forma de los relatos. Espero que mis otros libros también te agraden.
ResponderEliminarP.D.: No comenté antes esperando a que pasara la radiactividad.
Estimado Teo, me alegra que te haya gustado esta reseña. Lo mínimo que se merece un libro de buena ciencia-ficción. Tengo también tu novela "Hacia otros Universos", una de mis lecturas pendientes. Abrazos y gracias por dejar tu comentario.
ResponderEliminarOye, tremendo escritorazo este Teo, yo que lo conozco en lo personal, y más si fui yo el que lo presentó al querido bloguero de esta página, puedo decir que tenemos el gusto y el honor de conocer a uno de esos que después lees en los libros de historia. Me Imagino el "Pueblo que no debía Existir" hecho audioteatro a lo Doctor Mortis. ¡Uf, en una de esas!
ResponderEliminarEn realidad, mi estimado amigo, estamos hablando de un destacado escritor, que cultiva el estilo clásico de una CF más bien hard que no "está de moda", cosa que a él lo tiene sin cuidado.
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