Los defensores del arte por el arte
y la estética por la estética
(en general, exponentes de un mal arte
con pobres nociones estéticas),
se esconden en sus guaridas
rezando para que pase la tormenta.
Por su parte, los de la pose apolítica dudan
entre seguir escondidos
o salir de sus cloacas
y ponerse un chaleco amarillo...
y la estética por la estética
(en general, exponentes de un mal arte
con pobres nociones estéticas),
se esconden en sus guaridas
rezando para que pase la tormenta.
Por su parte, los de la pose apolítica dudan
entre seguir escondidos
o salir de sus cloacas
y ponerse un chaleco amarillo...