sábado, 30 de junio de 2012

Sobre Ray Bradbury


Leer al escritor norteamericano Ray Bradbury fue algo muy importante en mi adolescencia y en mi juventud. Los primeros cuentos que me topé de él fueron en algunos libros de castellano de la enseñanza media, como “Vendrán lluvias suaves”. Y luego me enamoré de sus “Crónicas Marcianas” o de los hermosos relatos de otras de sus colecciones de cuentos, como “El Hombre Ilustrado”, “Fantasmas de lo nuevo” o “Las doradas manzanas del sol”. Ninguno de estos libros los leí por algún plan de estudio del liceo ni nada por el estilo, era por puro gusto personal, y tras buscar en las bibliotecas públicas como la de la calle Dieciocho (donde también tuve la inolvidable experiencia de comenzar a leer a Lovecraft). Así que sus melancólicas fantasías llenaron mis pensamientos en una era pre-digital. Había vida y literatura antes de la internet…

Ya un poco mayor leí su novela “Farenheit 451”, y nunca olvidaré que una mañana de 1986, mientras estaba ensimismado en su lectura, varios helicópteros militares revoloteaban por el aire, y salí a la calle a mirar y los milicos carapintadas estaban allanando la población Santa Julia en plena mañana, al frente de mi barrio. La novela me hablaba de un futuro Estado totalitario (que quemaba sistemáticamente los libros), y en ese mismo instante las fuerzas del Estado (que en el 73 habían encendido piras de libros… y de personas) estaban rastrillando un población a unos metros de mi casa. En esa misma novela, el protagonista, Montag, queda prendado de una joven Clarisse, y la muchacha desaparece sin más. Y yo seguía leyendo esperando que volviera a aparecer, pero ustedes saben que eso no ocurre. Y otra vez la realidad, en unos años 80 donde la gente (sobre todo la que pensaba y actuaba) podía desaparecer en la calle. Oficialmente, los últimos detenidos – desaparecidos de la dictadura militar, son de 1987.

Con el paso el tiempo, caí en la cuenta que ya desde mi niñez me había hechizado la obra de Bradbury. Películas que veía una y otra vez en la televisión en blanco y negro de los 70, como “El Monstruo de tiempos remotos” (también conocida como “El Monstruo del mar”), o la adaptación cinematográfica de Moby Dick de John Huston, estaban relacionadas a este soñador norteamericano. La primera basada en su cuento “La sirena”, la segunda con guión suyo.

Y finalmente, quería señalar un bello recuerdo que tengo de la cinta “El ruido del trueno” de Peter Hyams, mala adaptación del cuento homónimo del recordado escritor. Esta película fue una de las últimas que vi junto a mi padre antes de que enfermara gravemente, en una tarde de compartir juntos viendo una película en la casa.

Adiós, Ray Bradbury.


miguel acevedo



Vendrán lluvias suaves


Vendrán lluvias suaves y olores de la tierra,

y golondrinas que girarán con brillante sonido;

y ranas que cantarán de noche en los estanques

y ciruelos de tembloroso blanco,

y petirrojos que vestirán plumas de fuego

y silbarán en los alambres de las cercas;

y nadie sabrá nada de la guerra,

a nadie le interesará que haya terminado.

A nadie le importará, ni a los pájaros ni a los árboles,

si la humanidad se destruye totalmente;

y la misma primavera, al despertarse al alba

apenas sabrá que hemos desaparecido.

Sara Teasdale



Poema reproducido en las “Crónicas Marcianas” de Ray Bradbury, en el cuento “Vendrán lluvias suaves”, al que le da el nombre.

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